domingo, diciembre 26, 2004

CIERRA LAS VENTANAS PORQUE QUIZAS LLUEVA

----Juan tiene buen apetito y además bebe bastante, así que perdonen sus comentarios, ya que cuando esta ebrio no mide sus palabras---- Esto decía Grissa a sus padres cuando JB abrió la puerta de la cocina. ----Alguien quiere más vino--- gritó JB. ----No, estamos bien, porque no vas a la cama mejor, ya es tarde y mañana hay que levantarse temprano---- dijo Grissa. JB se acercó a ella, la tomó por la cintura y trató de colocar la botella de vino sobre una alacena. Lo hizo con tal fuerza que estrelló la botella y el vino se comenzó a derramar. ---Perdón--- dijo JB, quitó la mano de la cintura de Grissa, sacó una servilleta de su pantalón y la dejó caer sobre el pequeño charco de vino. ---No se preocupen, ahora lo limpio--- dijo JB. Grissa mostraba un rostro descompuesto, unos rasgos faciales de tremendo odio hacia JB, incluso hacia el chorro de vino que iba cayendo desde la alacena hacia el piso. Nadie decía nada... entonces, JB se comenzó a quitar la playera azul que llevaba puesta. Con la playera limpió el charco de vino, la exprimió en la tarja y se la volvió a poner. De nuevo se acercó a Grissa y le dijo ----Todo listo, ahora si, a la cama--- Los padres de Grissa estaban sorprendidos de que su hija estuviera con un tipo como JB, No hicieron comentario alguno mientras sucedió aquello, pero en cuanto JB salió de la cocina, la madre de Grissa dijo ---que le pasa a este imbécil, como es posible que soportes este tipo de cosas. No volveremos a venir a esta casa mientras sigas con esta cosa que tienes por no se que... Qué futuro tienes con él. Vámonos Manuel.---- Los padres de Grissa salieron de la cocina y vieron a JB dormido sobre el sillón, recogieron sus cosas y salieron de la casa. Grissa cerró la puerta, pasó frente al sillón donde JB dormía, lo observó con desprecio, movió la cabeza e hizo una mueca y se dirigió a la recamara.

A la mañana siguiente, JB despertó a las 3 de la tarde, se levantó del sillón, se sonó la nariz con su playera y fue hacia la ventana más próxima. Corrió las cortinas y observó que el día estaba nublado. En su vida JB había hecho eso, no le gustaba que la luz entrara por la ventana cuando él despertaba; y mucho menos abrir de par en par las ventanas. Ese día por una extraña razón sintió que tenía que hacerlo. Después, se dirigió hacia la recamara, tocó pero nadie abrió, le gritó a Grissa, pero no obtuvo respuesta. Estuvo un buen rato gritando y como la puerta estaba cerrada con llave, opto por ir al baño. Orinó, abrió una gaveta azul para sacar un enjuague bucal y en vez de eso encontró una botella de Jonhy Walker y al lado un sobre color blanco. Tomó la botella, la abrió, dio un trago y abrió el sobre, agarró el papel que venía dentro y comenzó a leer.

Juan:
Me tengo que ir a Torreón, ayer mientras te emborrachabas me hablaron del Instituto de Nutrición y me dijeron que me tenía que ir. Siento no haberte avisado, pero no quise despertarte; además ayer realmente me hiciste sentir mal. Comiste como cerdo, agarrabas el pollo con las manos y los huesos los aventabas hacia todas partes. Varias veces tomabas comida de mi plato y me decías que te sirviera más, que tenías mucha hambre... Te terminaste 2 botellas de vino y además bebiste cerveza, vodka y no se que tanto. Mis padres se fueron enfadados, hasta amenazaron en no volver a la casa mientras tu siguieras comportándote de esa forma. Ayer intenté decirte que tenía que regresar a Torreón y que sería una estancia de 6 meses por lo menos, pero no me hiciste caso, seguías bebiendo y leyéndome tus espantosos poemas... Juan, lo último que tengo que darte es esta botella de whisky, ya no deseo más seguir contigo. No te quiero. Eres caprichoso, chantajista, solo piensas en ti... Me voy, cuídate. Adiós Juan.

Grissa.

PD: La llave de la recamara está en el primer cajón de la alacena, no se te olvide cerrar bien las ventanas, es un día nublado y quizás llueva. Y lamento no haber escrito una carta más larga pero bien sabes que no necesito decir mucho cuando quiero terminar con algo. Cuídate...

JB terminó de leer la carta, fue por la llave de la recamara, la tiró por el retrete y se sentó en el piso del baño a tomar su botella de Johny Walker.

DEJA DE FINGIR Y LLAMA A SEGURIDAD  

JB había  metido una solicitud para un empleo que consistía en lavar letrinas en los baños de un centro comercial. Llegó a la entrevista y supuso que no debía ir presentable; vestía un pantalón como 3 tallas más grande que la suya, una sudadera negra llena de manchas blancas y una gorra negra que al parecer estaba sudada. JB tocó la puerta de la oficina de recursos humanos y contratación de personal. Lo recibió una secretaria y lo hizo pasar. -----siéntese señor, en un momento viene la señorita Cross-----, JB fue hacia un gran sillón café, se sentó y tomo un viejo periódico, pensó en el apellido Cross, nunca lo había escuchado. Se imaginó que debía ser una mujer alta, de cabello rizado, con un léxico apropiado y con un automóvil automático de reciente adquisición. Sin interés revisó el periódico y de vez en cuando miraba las nalgas de la secretaria. La música del lugar era demasiado tediosa, todos los temas se parecían; la secretaria movía su pie "rítmicamente" con la música, y en ocasiones hasta movía sus caderas y  con sus dedos daba pequeños golpes sobre un archivero. JB estaba aburrido, tenía comezón en los pies y decidió quitarse el tenis derecho, se deshizo de su calcetín roto y se comenzó a rascara la planta del pie. ------Señorita, tendrá una pluma que me pueda prestar---- dijo JB. La secretaria sin decir nada tomó una pluma negra se acercó al sillón y le extendió la mano ofreciéndole la pluma. JB agarró la pluma y vio como se alejaba la secretaria moviendo sus nalgas, JB quitó el tapón de la pluma y comenzó a rascarse la planta del pie, sentía bastante placer al hacer eso, por alguna razón siempre que se rascaba fuertemente la planta del pie tenía una agradable sensación; y de vez en cuando tenía una erección, más cuando lograba tronar algunas ampollas y salía una mezcla de pus y sangre.

Cuando JB estaba terminando de amarrar la agujeta de su tenis, se abrió la puerta y entró alguien que él ya conocía. -----Señorita Cross, este señor la ha estado esperando para la entrevista------ dijo la secretaria. La señorita Cross dirigió su mirada hacia el sillón y se dio cuenta de que era JB, ella se mostró tranquila y fingió no conocerlo.----Pase por acá por favor------ dijo la señorita Cross. JB se levantó del sillón, miró por último las nalgas de la secretaria y entró a la oficina.

La señorita Cross siguió fingiendo. -----¿Usted es el Sr. JB?  veo que terminó su licenciatura. ¿Qué hace aquí solicitando un empleo de intendencia?-----JB se quitó la sudadera, limpió sus lentes y le contestó -------es lo único que se hacer, lavar retretes, fregar pisos y quitar manchas difíciles de los mingitorios... No podría hacer otra cosa. ¿Es mío el trabajo? --------. La señorita Cross se levantó de la silla, sacó de un archivero un sobre tamaño carta y se lo dio a JB. ----- Sr. Beat, creo que esto es suyo---- JB tomó el sobre, lo abrió y  sacó los papeles. Eran al menos 10 cartas que hace unos años JB le había escrito a la señorita Cross. Durante 5 minutos ninguno de los dos dijo algo. JB volvió a meter las cartas en el sobre, se levantó de la silla y le dijo a la señorita Cross ----creo que el empleo es mío, pero faltaría mucho al trabajo, claro, a menos que mi horario sea de 2 de la tarde a 7 de la noche. Como es difícil que acepte mis condiciones, aquí esta mi renuncia. JB sacó la pluma que la secretaria le había prestado y escribió sobre una hoja blanca: "deja de fingir y llama a seguridad". JB le entregó el papel y salió del edificio, no sin antes darle las gracias a la secretaria  por facilitarle la pluma; Mientras JB bajaba las escaleras se preguntó: ¿qué demonios hizo esta mujer con su apellido?.

viernes, diciembre 24, 2004

NOUS NE CESSIONS D´Y CROIRE

JB nunca llevaba en su cartera alguna foto; los recuerdos no los conservaba en un papel fotográfico, ni tampoco le gustaba aparecer con su "cínica cara" en las instantáneas de polaroid;  las viejas fotografías que tenía, las guardaba en un caja de cartón dentro de un estante de acero inoxidable. JB odiaba las fotos, los flashasos y esa parafernalia de juntarse con alguien y "posar" para después de escuchar el "click", disolverse todo. Sin embargo, JB estaba perdiendo la razón, mantenía una foto en el disco duro de su mac. No sabía como se llamaba ella, solo observaba el largo cabello y se quedaba mirando durante minutos esa foto.
 
Mucho tiempo, su prejuicio hacia el lenguaje francés lo orilló a siempre estudiar otra cosa peor: el inglés; medio lo entendía y lo hablaba mal, pero podía pedir cerveza y los tickets del subway; ahora se lamentaba por no comprender francés. Sencillamente quería saber lo que decía una canción, un flamenco, con sus guitarras siempre arremetiendo y causando algo como un "escozor en la piel"; y el cante, con un doloroso y elegante francés. Intentó poner a prueba su "oído", mantenía mucho la atención en "La Boheme"... entendió ---- avec le...------ y alguna que otra pequeña frase; estaba obsesionado con la canción y en general con ciertas adaptaciones de la Chanson Francesa que se hicieron en Flamenco; JB se quedó trabado en "avec le", no entendía nada más...
 
Repitió la canción y miró de nuevo la foto. Se preguntó si "ella" entendería la boheme, si podría ayudarle con "su canción". JB le contaría sobre el barrio de Pigalle y las tiendas enormes del Boulevard Montmartre mientras "Ella" escucharía detenidamente la canción; imaginó que esa mirada "perdida" que en la foto mostraba podía "estar dirigida a él". Y hasta se atrevió a pensar que "ella" le diría -----Me gusta el flamenco, me duele tanto como  a ti-----.  Durante días La Boheme y la foto "tenían su visita  en 3 o 4 ocasiones", se olvidó de las películas de wong kar wai y cada noche escribía sobre "ella" y no paraba de escuchar La Boheme, JB ya no necesitaba más de cintas emotivas como In The Mood For Love, él estaba "haciéndo su propio cortometraje", solo tenía una foto, con un rostro desconocido y una canción con "letra desconocida"
 
Una tarde, depués de llegar de ese empleo que tanto le jodía, al revisar su mail encontró algo...
 
Para: juanbeat@mac.com
De: lenuits@hotmail.com
Asunto: Nous ne cessions d'y croire
 
Je vous parle d'un temps
Que les moins de vingt ans
Ne peuvent pas connaître
Montmartre en ce temps-là
Accrochait ses lilas
Jusque sous nos fenêtres
Et si l'humble garni
Qui nous servait de nid
Ne payait pas de mine
C'est là qu'on s'est connu
Moi qui criait famine
Et toi qui posais nue

La bohème, la bohème
Ça voulait dire on est heureux
La bohème, la bohème
Nous ne mangions qu'un jour sur deux

Dans les cafés voisins
Nous étions quelques-uns
Qui attendions la gloire
Et bien que miséreux
Avec le ventre creux
Nous ne cessions d'y croire
Et quand quelque bistro
Contre un bon repas chaud
Nous prenait une toile
Nous récitions des vers
Groupés autour du poêle
En oubliant l'hiver

La bohème, la bohème
Ça voulait dire tu es jolie
La bohème, la bohème
Et nous avions tous du génie

Souvent il m'arrivait
Devant mon chevalet
De passer des nuits blanches
Retouchant le dessin
De la ligne d'un sein
Du galbe d'une hanche
Et ce n'est qu'au matin
Qu'on s'asseyait enfin
Devant un café-crème
Epuisés mais ravis
Fallait-il que l'on s'aime
Et qu'on aime la vie

La bohème, la bohème
Ça voulait dire on a vingt ans
La bohème, la bohème
Et nous vivions de l'air du temps

Quand au hasard des jours
Je m'en vais faire un tour
A mon ancienne adresse
Je ne reconnais plus
Ni les murs, ni les rues
Qui ont vu ma jeunesse
En haut d'un escalier
Je cherche l'atelier
Dont plus rien ne subsiste
Dans son nouveau décor
Montmartre semble triste
Et les lilas sont morts

La bohème, la bohème
On était jeunes, on était fous
La bohème, la bohème
Ça ne veut plus rien dire du tout (Charles Aznavour)

En una hoja de word copió la canción, importo la foto de "ella" y dió click en print. Nunca supo quien era "ella", ni quién le envió la canción. Prefirió seguir pensando que todo eso existía y había sucedido. Borró los mails y dentro de su cartera, ahora llevaba la foto y la canción.

martes, diciembre 21, 2004

LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 1

ELLA AMABA A SCOTT WEILAND

ASTROMAN X

Body:  Ella amaba a Scott Weiland, lo deseaba resplandeciente detrás de los x-ray de un obturador para placas dentales; ella andaba con un amigo mío que amaba el jazz, tanto como los espectaculares de cerveza corona aman las películas en las que aparece la arena coliseo.

 Ella amaba a Scott Weiland mientras cruzaba el país en un autobús ATN, por entre autopistas, desiertos, paranoias y fantasías sobre imágenes de california que aparecen detrás de algunos envases de jugo de naranja; mi amigo deseaba encontrar un hermafrodita y coger con él.  Una colección de libros de anagrama penden de su cabeza, hervideros de liendres y reseñas musicales de Chavela Vargas. Ella pensaba en Scott, en No way out, creía en el deseo cuando sus pezones se levantaban sobre la lengua de él.

 El amaba a Scott pero no se lo decía a ella, si hubiesen podido, ambos cogerían con Weiland, entre fotografías de retiros espirituales Zen enterrados en Arizona o en Durango.

 A veces sentían deseos de estar juntos para platicar desnudos en la cama de él, mientras su padre estaría trabajando o cruzando la ciudad en un 6 cilindros. Él sacaba una cerveza o dos, ella se escuchaba a si misma hablando sobre su karma y la estandarización de escalas multivariadas diseñadas para medir el concepto “violencia”, en niños de 8 a 12 años, originarios de Torreón, escogidos aleatoriamente bajo un programa no-probabilistico que nunca supo como programar. Él solo destapaba su cerveza, oía a Héctor Infanzón, miraba los senos de ella, sus grandes pezones oscuros y ovales, como colchonetas de hule con agua caliente.

Viajaban en metro por la línea 2, mirando hoteles, cines, autos, después transbordaban al tren ligero, se sentaban juntos, se tomaban de las manos, ella creía que uno de esos días habría de suceder algo interesante mientras sentía su mano acalorada y cubierta de sudor pastoso; él deseaba cogérsela dentro del vagón frente a todos.  

A ella no le atraía sexualmente él, a él solo le atraía sexualmente ella. Ambos amaban a Scott Weiland, ambos se excitaban en imaginarlo a su alrededor, quizá como en doom generation; le llamarían X a Scott, le besarían los ojos, felarían en una habitación pagada por ella.   

lunes, diciembre 20, 2004

LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 2

TODAS LAS PISTOLAS DEL MUNDO

JAIME GARZA

A Juan Beat

La canción era mi favorita y la pistola no era mía. No me gustan las pistolas cargadas ni las mujeres que no me quieren.Yo no sostenía la pistola, era Karina.

Karina no me quería, quería a otro que tampoco la quería y que se acostaba con mil mujeres y ninguna de ellas era ella.
Yo no sé si quiero a Karina, creo que sí, no estoy muy seguro. Hubiera sido capaz de besarla y pasarla muy bien escuchando juntos mi canción favorita y otras canciones que no me gustan tanto. Pero ella sólo pensaba en un caradura de pelo largo.

Se puso a llorar y tiró la pistola al suelo del auto. Ahora no puedo soportar esa canción que tanto me gustaba. Tendré que escuchar todos mis discos otra vez y no encontraré otra canción tan bonita como esa.

Le dije que le invitaba una cerveza, que el día de mañana podía hacer cosas nuevas como pintarse el cabello o ir al cine.

-Idiota –dijo. Guardó la pistola en su bolsa y apagó la radio.

No habrá otra canción como esa, estoy seguro.

Al día siguiente me iba muy lejos a un lugar de esos a los que todos quieren ir. Ámsterdam o Londres o Madrid. A beber Heineken y después salir a pedir el número de móvil a las mujeres que pasean en la gran vía. Nadie me dirá “vale, llámame más tarde”. Me la pasaré en fumaderos de hash pensando en que las mujeres que quiero están muy lejos y ninguna piensa en mí. Cuando baje del avión y esté en México otra vez, recordaré que nadie me quiere, que he perdido canciones y mujeres y que no hay nada más triste en el mundo que un hombre sin canción y sin mujer.

Body: Y en el aeropuerto me toparé con toda esa gente que no me quiere. Como pistolas apuntándome a la cabeza, con una bala en la recámara y el cargador con todos los tiros. Todos con buena puntería. Todos listos para disparar.

LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 3

NO CONOZCO A JURGEN HABERMAS

RONNIE IMR

Body: El se llamaba Juan, pero le gustaba que le dijeran el “bit”. Tenia 3 días sin comer y una mujer lo había dejado por un fotógrafo afeminado, de esos que suelen vestir con pantalones setenteros, esos pantalones que parece que enmicaran el aparato reproductor masculino. Ella se llama Laura y le gustaba ver películas pretenciosas del festival de Cannes (pero a veces le daban por ver películas gringas de adolescentes).
Al Juan le gustaba esperarla toda la noche en una banca de madera, disfrutaba esos momentos escuchando After de rain. Sus calzones estaba agujereados y el olor de la ropa era peor que el de los vagabundos. Pero así la esperaba con su botella de mezcal “Tonayan” mientras la gente lo observaba y le tiraba monedas. Pero esa gente no sabía porque el estaba ahí. Hasta que llego la cuarta noche y Laura salió. Vestía un pantalón de cuero negro pegado, sus senos firmes con una blusa negra que tenia un estampado que decía “hardcore”. Juan no lo podía creer, su mente se había quedado en la botella de vacía de mezcal o tal ve se la había llevado Coltrane junto con la canción de After the rain.
Laura se acercó y le dijo:

-¿Que haces ahí Juan?, pareces un vagabundo.
-Eso es lo que soy –dijo con una voz ronca, mientras colocaba su mano dentro de sus pantalones y le dio una revista llamada anvegers-. Estos es por ti y por tu puto fotógrafo pendejo. Tal vez el conoce a Jurgen Habermas mejor que yo. Y tal vez te recita algún dialogo de una película premiada en Cannes cuando te hace el amor.
-¿Qué dices? Yo te sigo queriendo pero necesito otro tipo de vida.
El celular de Juan sonó.
Y con una voz amargada y de alcohólico se escucho:
-Ella es un puto robot
Era su amigo Jaime.
Él colgó el teléfono. Y también colgó los huevos de Juan en una rama de árbol.
Juan y Laura se quedaron en silencio.
Él saco su arma de los calzones era un colt... y le disparo.
Ella no tenia cerebro, era un robot.
-No te compre para que te fueras con un afeminado –dijo Juan y tomo su botella de mezcal.
El no conocía nada sobre Jurgen Habermas, pero si sabia que las cosas nunca salen como uno quiere.

LO QUE DICE DE JUAN BEAT PARTE 4

JUAN BEAT CAMINA Y CAMINA...

DUENDE CALLEJERO

Body: A pesar de lo avanzado de la noche y lo avanzado de la peda, el Juan Beat camina por las ahora limpias calles del Centro Histórico de ésta, la aún llamada ciudad capital y que no deja de ser una enorme mierda que cada día se pierde más y más en su hedor. El Juan Beat camina y camina y va tiemble que tiemble mientras siente que su garganta está completamente seca, así que sube su mano derecha, que es en la que trae el enorme bote de cerveza oscura que ya está caliente, y sorbe un poco de esa cerveza oscura y, entonces, sólo entonces, es cuando comienza a sentir que aquel ya intragable líquido, por lo caliente, no vayan a pensar mal, baja que beja hasta perderse en su estómago, y ya allí se revuelve con todo y con nada, por lo que ahora tiene que subir su mano izquierda, y es como si eso pudiera detener el vómito que ya le ha llenado el esófago y que no se detiene, no, pero igual el Juan Beat sigue caminando y temblando y sin sentido pues, la verdad, no tiene un lugar a dónde ir.

Juan Beat piensa, o bueno, siente que por su cabeza pasa una idea, aunque aquí debería detenerme y decir que esa idea se muestra en imágenes, claro, pues de qué otra forma puede ser si hablamos del Juan Beat, y, bueno, que así veía que la idea era concerniente a recién aceptada falta de liquidez tras perder ese último trabajo, acción que logró acabar de una vez por todas con su supuesta paz mental, claro, si es que hubo un día en el que pudo tener una, por ello, aprovechó que el de TV-Azteca, ese bigotón gritón amanerado que todos conocen y cuyo nombre me niego a escribir aquí por causas ajenas a su incumbencia, había recomendado salir esa noche para ver la luna, pues dizque gracias al plan de contención ambiental implementado por los huevones del Gobierno del DF, el smog logró bajar a niveles históricos y, por tanto, por fin podría verse un cacho del cielo nocturno, y bueno, que saber eso lw gustó al Juan Beat, que por cierto, no piensen mal, supo de esa noticia porque no estaba en su departamento sino en un bar de mala muerte de la Colonia Roma, tomando de las sobras que anidaban las mesas desocupadas y escuchando al gritón ese, pues era preferible escucharlo que, por ejemplo, ese grupillo norteño de nombre impronunciable que atronaba en el fondo del bar, así que, tras escuchar aquella información el Juan Beat sintió o vió, si, era vió, que la noche estaba mejor sin techo que con uno, así que se apersonó en la barra y, para la caminada, levantó su mano derecha, llamó la atención del Hombre de las Bebidas y le pidió, tratando de que no se le quebrara la voz, un bote de cerveza oscura de los más baratos, por lo que recibió un muy altanero: "chinga tu madre, pendejo", por parte del que atendía, ese Hombre de las Bebidas pues, y ahora encogiéndose de hombros, el Juan Beat volvió a levantar su mano derecha y volvió a llamar la atención del Hombre de las Bebidas, que ahora estaba alegre porque atendía a la mesera tetona que tantas veces se había querido ligar y cuyo escote le provocó una leve erección al Juan Beat y al borracho del findo de la barra, que sin molestarse en disumular abrió su cremayera, ensalivó la palma de su mano izquierda y procedió a masturbarse ante la mirada atónita de otra mesera, esta no tan tetona como aquella con la que hablaba el Hombre de las bebidas.

Y al Juan Beat se le hizo demasiado gracioso que en ese bar de mala muerte no hubieran suficientes meseras, pero que si hubiera un Hombre de las Bebidas uniformado y todo eso, cual si fuera bar de cinco estrellas pues, y cuando ese Hombre de las Bebidas escuchó que la tetona le decía: "ahí te hablan, amor, te dejo", voltéó y vió al Juan Beat y se le acercó para quizá volverle a mentar la madre o de plano descontarlo, pero Juan Beat, sin pestañear siquiera, le escupió un enorme gargajo amarillento que se impactó de forma espectacular en plena frente, entonces aquel hombre ya no supo ni qué hacer y no tuvo más remedio que darle al cliente lo que pedía, que era, pues, un bote de la cerveza oscura más barata, que otro no podría pagarle, y desearle buena suerte no sin antes gritarle: "que disfrute su chingada cerveza señor cabrón, mamón, hijo de su chingada puta madre."

Y si, ahí va el Juan Beat, caminando en las ahora algo limpias calles del Centro Histórico a pesar de lo avanzado de la noche y a pesar de lo avanzado de la peda y a pesar de que va con el rostro elevado, viendo las estrellas y la luna, una luna llena que igual le recordó a París o a Bruselas o a su infancia, qué más da, y con la boca llena de un caldo que según eso es cerveza oscura de la más barata y sintiéndo que su estómago está a punto de reventarle y entonces se imagina la sangre manchando esas ahora inmaculadas calles y a sus tripas huyendo por las alcantarillas arrastradas por esas ratas que seguro se oculatn en las sombras, pero él ahora va feliz, pues la luna, chingue a su madre, lo es todo esa noche.

Y ya mañana será otro día, cabrón, y ya habrá momento para preocuparse.

Atentamente, el Duende Callejero... que siempre si huyó, se fue al DF, se internó en la Colonia Roma, se metió en un bar de mala muerte, pidió una bebida, la sorbió, descubrió que no sólo estaba rebajada con agua, sino que aquella era agua de la llave, por lo que dejó su bebida en una de esas mesas solitarias esperando que una mesera se la llevara y se fue al baño y vomitó y cuando regresó sólo encontró a la noche y a la puta que nadie se llevó esperándolo, con el rostro iluminado, dos dientes faltantes y la nariz sangrando de tanto aspirar cocaína.


viernes, diciembre 17, 2004

TURN DOWN THE LIGHTS

Los finales infelices son lo mío, ¡que patético!, hasta ahora un par de lloriqueos y pidiéndoles que se queden; siempre pensé que sería la mejor forma de "terminar", para luego arremeter contra ellas, borrarles el disco duro de sus lentísimas computadoras con win 98, contar "sus defectos" o simplemente "finiquitarlas" verbalmente. Si, no soy un caballero, de qué sirve, si cuando les decía te quiero se lo metían por el culo, si  cuando leían un poema después hacían bolita la hoja de papel y la arrojaban al cesto de basura más cercano; no sirve de nada hablar o tener una despedida, seguramente porque soy un "insensible" y egoísta, sin embargo, ahora no quiero uno infeliz, triste lo será seguramente, pero un final rabioso no lo quiero.
 
Lo que escribió mi buen amigo Iván con respecto a su despedida con Rocío, me hubiese gustado escribirlo yo ---- Y la imagen de dormir juntos frente a un spot de comida rápida no te alumbre en esa calida noche de verano que siempre esperaste. ------- Como quisiera leerme así tan tranquilo, hasta "resignado" y con desapego; por qué nunca me preparo para los "finales", debería tomar uno de esos cursos budistas o de tanatología, si, es "peor que la muerte". Cuando alguien te dice "me voy" y tu haces hasta "lo imposible" porque sepa lo que sientes... y si sabes que estará con alguien más, no es cuestión de "ego", es simplemente no imaginar a "ella" besando a ese "alguien más". Eso me sucedió con Karina cuando me dijo que salía ya con un tipo, recordé tanto y tiré a la papelera de reciclaje sus textos, fue duro, ja... pero al día siguiente, todo fue mejor, no hay porque ponerse así.
 
El domingo pasado me encontré con "Miss Courtney", me gustó verla después de casi 10 meses, nos dimos un fuerte abrazo y reímos; no fue tan extraño, sabiendo que ella tiene a su novio "punk", recorrimos tepito, buscamos lo que ella quería y casi no hablamos, bromeamos un poco y cuando nos despedimos me dijo ---Sr Beat, ya no discuta con su amiga, llévesela tranquilo... luego me llama------. ------No discuto, es una incertidumbre que seguro se irá aclarando...------contesté. Nos dimos un beso en la mejilla y se metió al metro.
 
Llegué hace un rato a casa,  recordé lo mucho que a  "La Courtney" le gusta G. Michael; esta noche la quiero apacible, con esa vocecita del líder de Wham y unos tragos en vasos largos, no quiero escribir poemas ni escuchar el "side gentle of John Coltrane". Si algo "terminará" en unos días, meses o un par de años, solo quiero la calmada voz de G.M cantando;  Turn down the lights, turn down the bed / Turn down these voices inside my head / Lay down with me, tell me no lies  / Just hold me close, don't patronize  / Don't patronize / Don't patronize me... /   No habrá más poesía, tampoco sirve ni para rellenar un espacio en "una carta de amor".
 

RENUNCIAR...

Ya hace más de un año que Leslie Cheung se tiró desde un piso 24 o 25 de su hotel y se quitó del hartazgo que sentía, solo dejó una nota y listo. Muchos se sorprendieron que a sus 46 años y con una gran carrera como actor y cantante "hiciera tal cosa", pero como en "happy together", vivía problemas con su pareja, un banquero con el que ya llevaba años de relación; Leslie Cheung sufría de depresiones y parece que teniendo o no sus "amoríos" siempre la pasaba mal. Yo he pensado que la mejor edad para mí son los 45, desde el balcón de un hotel o con arsénico, pero ya llegando a los 45 no creo poder hacer nada mejor más que sencillamente escribir una pequeña carta; y no importaría mucho en mi caso, "mi carrera como escritor" no trascenderá... Seguro si llego a los 45, habrá sido una buena decisión: renunciar a "trascender"

Body: Hace unos días parecía que la rutina que terminó en diciembre del año pasado volvería, pero creo es cuestión de tener paciencia y adecuarse a lo que "las relaciones funcionales" entre lo que ha sucedido y sus consecuencias sigan ciertas "leyes" de no se que. Por lo menos de Enero a Julio del 2004 no hay tanto caos ni desorden, cosa que me produce no escribir ni un poema rabioso.

jueves, diciembre 16, 2004

EL PRIMER PRECEPTO BUDISTA

"Tanto como me querías,
tanto como me adorabas,
tanto como yo valía
y ahora, ya no valgo nada..."  

Cante: Montse Cortés
Guitarra: Paco de Lucía

Me he enterado de que Grissel, la "gran budista", la que practicaba el "des-apego" y buscaba mediante el samsara salir del "dolor", está embarazada, agradezco mucho a la charanda barata, al salón Orizaba y a Jack Kerouac el habernos separado. Grissel realmente quería una vida común; vaya recuerdo de un junio 5 en dónde frente a mis padres mencionó su intención de vivir conmigo. Juan Beat, el tipo grosero que bebe cerveza oscura no está para ese tipo de vida; me he salvado, Grissa es una buena mujer, pero yo no estaba dispuesto a pasar a una vida llena de problemas y responsabilidades; y aunque siempre me dijo que lo más estupido y absurdo sería "dar vida a alguien para encausarla en el dolor", ya veo que el Budismo zen importó poco, pero no es mi asunto, ha sido la decisión de Grissel inmiscuir a alguien en el primer precepto budista: la vida es dolor.  

lunes, diciembre 13, 2004

TRAS UNA GRAN VITRINA DE CRISTAL

Siempre he pensado que es importante la empatía con los "nombres" cuando salgo con alguien; aunque no se porque a "Lorena" nunca le llamé "Lorena", me gusta ese nombre, pero prefería decirle "Miss Courtney" o Daniela, algo me detenía, ni molesto le grité "Lorenaaa"; quizás deba aparecer "otra Lorena". Sin embargo, mis encuentros con "Lorenas" han sido nefastos; me "enamoré" de una Lorena en el bachillerato, me gustaba su largo cabello rizado y pintado de rojo, no hablaba mucho, entraba al salón y se perdía entre los demás. No recuerdo muchas palabras de ella, solo una "tímida carcajada" cuando me planté frente a mis compañeros en la clase de "Literatura" y dije que no había leído a Rulfo porque prefería "renunciar a trascender"  y comencé mi "exposición" sobre Fernando Pessoa . "Lorena" soltó una carcajada, fue la única que lo hizo, los demás no sabían ni quien era el tal Pessoa, ja... incluyendo al supuesto profesor de "literatura". Esa fue la única vez que vi reír a Lorena, en una ocasión ya estaba decidido, le diría que me gustaba, que durante semestres quise que los dos saliéramos de clases para ir al salón que era el de "video club" para ver esas películas extrañas que me comenzaba a gustar; la seguí, busqué la mejor oportunidad para "encontrarla sola", y cuando estuve frente a ella, me temblaron las piernas y no supe que hacer, ella se quedó un poco extrañada de mi actitud, pero totalmente fría siguió su camino. Fui un fracaso, hasta la fecha lo soy, no se "acercarme a las mujeres" y aún así, un par me han visto llorar. 

Soñé con "Lorena", pero no en miss courtney, sino en una "Lorena" triste, descansando sus malestares con el sonido del soundtrack de alguna película de Lynch, mezclado con el humo de cigarrillos y el constante choque de las botellas de cerveza con esas mesitas viejas de metal; ya no "quiero a Lorena" con un vestido de terciopelo negro, la prefiero desnuda y durmiendo apaciblemente tras una gran vitrina de cristal.

LEVE ROMANCE

El frío cede y me revuelvo bajo las sábanas del depto 15; los autos, el tranvía y las motonetas a gran velocidad cruzan la vía Cresenzo. El sonido de un saxo me despierta y ella no está en cama, escucho que prende la tv y algo dicen en Italiano acerca de un transexual mexicano que se suicidó después de su última película X . Lorena trae una bata de seda y el contorno de sus senos se pierden, solo los pezones erectos se "traslucen". Siguen los motores rugiendo, el saxo, los gritos; creo explotó una "nave" de la NASA, no le tomo importancia, yo he explotado  más veces y aún sigo con la esperanza de amanecer con "alguien", despojarla de esa bata u otra, y llenar la tina con agua casi hirviendo. Doce grados centígrados y no pasa nada. Sigue con la bata y yo con las llaves del Volvo bajo la almohada.
 
Es actriz, ha estudiado en academias inglesas y ahora reside en Italia, llevo dos días en su departamento, me he bebido su tinto y ni siquiera hemos tenido sexo, solo dormimos juntos, ella, cae rendida; yo he dejado a mis padres en Florencia, se quedarán esta noche y mañana por la tarde iré por ellos.  Realmente no se que hago yo en este piso. El lugar es agradable, tiene una gran cava de vinos y la pasta le queda muy bien. La conocí en el vuelo Madrid-Roma, hablamos sobre  Dario Argento y sus películas; y al bajar del avión me dejó su teléfono y dirección. Se llama Lorena y dice estar aburrida de los "free".. Cómo sabe que yo no la busco para lo mismo; independientemente de que yo soy "un hombre de senos", los suyos me agradan, pero no tengo ganas de pensar en "amor, sexo o  ambos".  Es hora de cubrirme con las sábanas y esperar a que ella apague la luz y deje su libro debajo de la cama.
 
Quisera aunque sea un "leve romance" con ella, pero sus energías están en la obra que prepara, ----esos pinches italianos, solo porque soy diferente me fastidian; hacen su grupito y tengo que soportarlos------- me dice furiosa agitando sus manos como si quisiera ahorcarlos. Yo solo la miro, en unos cuantos días debo regresar a la escatológica ciudad de México y lamentaré mucho ni siquiera haber intentado besarla, se veía tan tranquila con ese vestido y su cabello rojo, esperando en la sala a que yo saliera con una gorra espantosa y un jersey de hockey, hizo muecas, pero aún así caminamos hacía el teatro. No puse nada de atención a la obra, solo nerviosamente intentaba rozar sus manos con las yemas de mis dedos, cuando lo logré estaba dispuesto a besarla, sin embargo, ya no deseaba un efímero y "leve romance" 
 
 
 Romance
 Beth Gibbons
 
You know what they say about romance
You know what they say about romance
Ever changing love that you can't
Keep on side a parking keel
 
Better the thought than the feeling
It's plain to see
All the things we suffer
From the the hands of humanity
 
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
 
And I know there's a god inside it
Should I love your key
Adorn you
And get inside
 
But that ain't me
That ain't me
But that ain't me
That ain't me
 
And I know I may come to doubt it
But if I ever wish
I wish we could all believe
 
That in this daylight world
Is a world
Where love can be
And I won't ever forget it
 
Cuz that ain't me
That ain't me
Cuz that ain't me
Well that ain't me

miércoles, diciembre 08, 2004

POBRE BOTIN

Era así como la versión adolescente de Karen Lancaume y Raffaela Anderson en "Baise Moi"; mientras la de 15 me pedía un cigarro, la de 14 estrelló sus voluptuosos senos en mi pecho; yo iba pensando en lo bien que me había sentado la soledad, podía salir a caminar y tranquilamente olvidarme de marcar el número de un móvil para decirle "voy para allá". Y mientras pensaba eso sintiendo los senos de aquella adolescente, por detrás solo sentí el cañón de un revolver. Me pidieron todo lo de "valor que traía", y eso significaba el celular y casi 10 pesos en monedas de 50 centavos; entregué  eso más mi chamarra y mi gorra, les ofrecí mi libro de Jaime Bayly, pero el más alto de los ladrones contestó -----Mierdas no-----. Después del pobre botín caminaron muy tranquilos, las adolescentes corrieron en cuanto vieron a un par de policías, imaginé que los cuatro estaban de acuerdo, así que les dije a los uniformados y comenzó mi "carrera" de detective. Pronto pidieron un R2 y luego un R10 por Avenida Hidalgo; uno de los indigentes que "viven en ese pequeño parque" se acercó y me dijo -----Yo se quien te robó tu celular, la Melanie y la Jeny, son de la alameda-------. Otro R10 a la Alameda pero nada, ni los tipos de gabardina negra con gorras del mismo color, ni la Melanie y la otra puta. Ya por último, abordó de una patrulla, regresamos al parque, y vi a las "Baise Moi" mexicanas, en cuanto vieron la patrulla se taparon la cabeza con sus chamarras, pero alcancé a identificarlas bien. Los policías se bajaron y se subieron a "mis pequeñas putas"; en un principio negaron todo, llegamos al MP y bajé. No se que hayan hecho los amables oficiales porque en unos minutos salió uno de la patrulla y me dijo ----ya cantaron-----. Nos dieron todos sus datos, el como "actúan" y en que lugares se reunían para repartirse sus jugosas ganancias. Fuimos al Hotel Encino, al Buena vista y al Trebol... y en efecto, habían pasado por esos hoteles, pero apenas habían dejado la habitación del Buena vista. Mientras efectuábamos el R2 y el R10, las émulas de Lancaume y Anderson sin ningún síntoma de debilidad contaban  cómo cobraban en el putero en el que trabajaban hasta hace unos días; y además, con su "mirada triste" me decían que habían sido abusadas por sus padres pero que les daba pena acusarlos, a mi me importaba una mierda, yo solo quería chingarlas en ese momento.
 
No encontramos a los tipos y las "hermosas y sufridas niñas" no llevaban armas ni nada que les involucrara directamente; de todas maneras levanté el acta y llegué en patrulla a mi casa. Parece que por la madrugada estuvieron llamando desde mi celular a algunos contactos de mi directorio, (no dudo que también a mi casa hayan marcado ) incluso, llegaron a pedir dinero por mí, pero no se acertaron con mi nombre. 
 
De los múltiples asaltos que he tenido, éste ha sido en el que más tranquilo estuve, es un proceso de indefensión aprendida, por más que hubiese hecho se iban a llevar mis cosas, así que para que ponerse nervioso o "violento". Espero que nadie haya recibido más llamadas amenazantes desde mi celular, ya está dado de baja el número y yo sigo pasando por el mismo lugar con la esperanza de toparme con los dos tipos.  

EL HOCKEY TAMBIEN PUDO TERMINAR CONMIGO...

Esta noche no hay "poemitas insulsos" ni comentarios atroces referentes a mis relaciones interpersonales; pero puedo comentar de la tremenda victoria de los canadienses en el Bell Centre de Montreal sobre la selección Slovaka, incluso me dió tanta nostalgia ver a Martin Brodeur defendiendo la net canadiense, que recordé hace aproximadamente unos 11 años cuando enfundado con el Jersey de los Devils, me revolvía bajo esa pequeña net deteniendo todo, eso solo duró unos años, después subí unos 6 kilos, dejé de hacer ejercicio y la cerveza se me hizo indespensable. Esta noche solo fueron 5 metas para los Slovakos y Ryan Smyth quien también hizo un gran juego contra USA (ja... que hasta en el hockey pierden) anotando dos metas; debo confesar que durante estos años perdí mucho el "contacto" con el hockey, no se de los nuevos jugadores, ni quien es la gran estrella de la NHL, pero poder ver aunque sea unos minutos al ya mítico Mario Lemiux y al rudo defensa Scott Niedermayer me ha quitado el mal "sabor" de estos últimos meses de peleas con Lorena o de mi estúpida y loca paranoia que en ocasiones me da; además de burlarme de nuevo ahora de la derrota de los gringos con todo y su Mike Modano y Brian Leetch que fueron asfixiados por la selección  Rusa. Espero poder ver alguno que otro partido más; y auqnue tengo mi stick y algo del equipo, a mi edad y con la flojera que me da "el intercambio social" no creo podría soportar los vestidores de la pista de hielo.
 
"...El primer día que fui nadie sabía de mí, entré a los vestidores y me puse un jersey de los pingüinos de Pittsburg con el número 66 y con el nombre de Lemiux; a las 9 en punto todos ya estabamos en la pista, las edades de mis compañero eran entre los 25 a los 35 años; y  el entrenador nos dividió en 2 equipos. ---Tu Lemiux, pante de goalie... Do you speak english?---- Le contesté en inglés que no traía cuellera ni casco (no acostumbraba jugar con él) a lo que me contestó: "take my helmet". Tomé el casco, y sin mucho que esperar, me paré "bajo la net". Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego vi venir a 2 jugadores del equipo oponente, uno de ellos, que traía un stick bauer de aluminio golpeó el pock dirigiéndolo hacia un barda, "rebotó" en ella y el pock quedó en el centro a unos escasos 4 metros de mí. El otro jugador que le acompañaba le pegó al puck y salió un tiro fortísimo a media altura hacia la derecha, como pude me lancé, "estiré" lo más que pude mi stick y levanté mi pierna derecha hacia donde venía el puck. Cuando mi pierna quedó al ras del hielo, vi que el pock había sido atajado por mis pequeñas y baratas pads.
 
Alguna que otra vez jugué de centro y en 10 partidos anoté 13 metas, así que todo iba bien, se aproximaba un campamento en New York con las filiales de los New York Rangers (uno de mis equipos favoritos en donde jugaba en ese entonces Mark Messie y Mike Ricther); sin embargo, un martes sufrí un accidente, dos de mis dedos quedaron aplastados, no paraba de sangrar y me convulsioné en 2 ocasiones, mi amigo Israel me llevó al hospital, tuvieron que coserme los dedos y después hacerme una especie de cirugía reconstructiva; todo eso me llevó unos 3 meses, pasó el campamento en New York, mi equipo casi estaba desapareciendo además de estar en el último lugar de la liga; y yo, comencé a beberme unas "Tecate" de vez en cuando...
 
Regresé a jugar y me acomodaron el equipo del Liceo Franco Canadiense, la mayoría era "niños ricos desmadrosos" de 17 y 18 años. Los dos primeros partidos solo jugué 10 minutos en total; al tercer partido, me avisaron que el golie no había llegado y que iba a jugar desde el principio. Acabó el partido con el marcador de 0 a 0, en los tiempos extras quedamos igual, solo quedaban los penalty shots. En los penalty shots, un jugador toma el pock desde la mitad de la pista y "puede acribillar al golie" como se le de su gana. Me anotaron los dos primeros de cinco. Al cuarto penalty shot el marcador se encontraba 4 a 3 a favor de nosotros. Si detenía el penalty ganábamos. Salí un poco de la net y esperé a que el jugador de colegio santa fe tomara el puck. Tomó el pock e iba moviéndolo de un lado a otro con gran velocidad, al llegar a unos metros fuera del área del golie, patinó hacia la derecha , movió su stick a la izquierda y con la parte inferior de éste golpeó el puck. Me lancé hacia la izquierda, y de nuevo mi pierna derecha fue la que detuvo el tiro. Después de ese juego estuve como goalie titular durante un mes, ja, pero un martes que iba a la pista, 5 tipos armados me asaltaron fuera del metro chapultepec, me quitaron 2000 pesos (1000 era la mensualidad del hockey, y los otros 1000 eran para unos guantes nuevos), mi chamarra de los pingüinos de Pittsburg y mi jersey preferido de Mario Lemiux.
 
El Hockey también pudo terminar conmigo, por eso, preferí la cerveza..."

martes, diciembre 07, 2004

BREVES NOTAS Y RECUERDOS SOBRE LA PESTE: ORIZABA SESSIONS

Tengo ciertos “sentimientos encontrados”, pero no se porque Yuriria me trataba así. Y ahora resulta que he defraudé hasta a su hermana, que no debí comportarme así por teléfono y decirle “esas son mamadas”. Pero no se que demonios hice para que Yuriria me colgara. Puedo entender que no desee verme más, pero no entiendo esas actitudes que pareciese indicar que realmente como lo dijo ella, “fuiste solo un jueguito pendejo para mí”. No me dolería que fuese así, solo lo hubiese aclarado a tiempo y yo sabría si seguía tomando el rol que tomé en ese juego.

En ocasiones sentía una gran angustia por la huída de Yuriria, pero con cosas como las de eso días, lo cambié por un gran repudio. No había sentido este coraje desde ya hacía tiempo y se que no tengo que hablar de justicia, soy el menos indicado para hacerlo, pero le habré hecho tanto daño a Yuriria, como para que me trate con una insulsa y barata dignidad.

Por alguna razón, la soledad  no llegó después de su "pérdida", poco tiempo después de "terminar con Yuriria", conocí a alguien; y es extraño, no me importaba, pero yo a ella si. Pero no podía estar con alguien que  no me causaba estados de ánimo parecidos al ácido lisérgico. Yuriria era como el LSD, mi realidad era otra con ella, una que se inventó para sacudirse "un eterno compromiso", sin embargo, siempre los efectos se terminan. Pero estábamos en lo de esta mujer; decía sentir cierto grado de atracción por que soy un tipo raro, la dejé plantada en dos ocasiones, no contestaba sus mails y no me importaba saber si ella misma se llamaba atractiva y que no le interesaba nadie más. Realmente no sentía nada  y no pude mentirle: “Solo soy un intento de escritor, un borracho que ahora ya no puede beber como antes, no soportó ni la leche deslactosada y las resacas ya no son habituales, me da diarrea a cada rato y lo que mejor me sienta son las continuas visitas al Salón Orizaba".

Recuerdo el viernes de la mejor lectura de los Avengers; realmente no tenía expectativas grandes acerca de eso, el Orizaba se llenó, llegó gente que no pensé que fuese y dimos ----Alvaro y Yo---- una lectura realmente salvaje. Ya ebrios vociferábamos los poemas y nos desnudábamos. El público también se emborracho y acabamos en una gran borrachera. Ese día, después de la lectura fui con el rambo a comprar algo de comer; y días después que regresé al Orizaba, el rambo estaba ebrio, dormido en las sucias sillas del Orizaba. Israel y yo subimos al tapanco y comenzamos a beber. Tuve que bajar al baño y el rambo me saludó efusivamente y me comenzó a contar todo lo de aquel día. Lo recuerda mejor que yo, le regalé una botella de charanda, yo dejé de beber eso, me jode el estómago más de lo que ya está; el rambo comenzó a llorar y realmente eso me dolió,  es un pobre tipo que es más honesto que mucha gente con la que me he topado. No me cuesta nada, de vez en cuando llevarle una botella, eso es mejor que estar soportando ganchos al hígado de quien según te quiere. Todo el asunto de Yuriria comenzó porque alguien le hizo llegar información acerca de mí. Según esto, yo seguía viendo a Grissel y a Idalia y salíamos “en otro plan”, ja, pobre de ellas, como se atrevieron a involucrarlas de nuevo conmigo. Todo lo que le decían en esos mails a Yuriria fueron puros argumentos realmente estúpidos, pero en fin, ese fue el pretexto que ella tomó para terminar. Yo la notaba con flojera, creo que se aburrió de mí, lo peor es que no me lo hizo saber y yo seguí pensando en que todo iba bien.